martes, 6 de diciembre de 2011

El señor del veneno.

Don Fermín de Andueza era un hombre rico, virtuoso y estimado por la gente. Diario iba a misa a rezar a un crucifico, besandole los pies y depositando monedas. Pero Don Ismael Treviño era egoista y envidioso con todos, le tenia celos especiales a el, y un día decidió matarlo por medio de un pastel envenenado que le dio diciendole que era de parte de un amigo suyo. al día siguiente fue a la iglesia a rezar como de costumbre y al rezarle los pies al crucifijo este se torno negro absorbiendo todo el veneno de Don Fermín. Don Ismael arrepentido, le confeso todo le pidió perdón y se fue y nadie supo más de el. Ese Cristo negro se destruyó en un incendio que sólo al Cristo perjudicó y fue reemplazado por otro que está en la Catedral de México.

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